"Doná en el ascensor" arrancó como una iniciativa por parte de Franco Ranzazo, un rosarino que hizo de una actividad cotidiana una gran campaña solidaria. La consigna: quedarse en casa y ayudar.
La idea es simple y muy práctica: Se coloca una caja en el edificio y allí los vecinos dejan lo que puedan donar. Luego de establecida la cuarentena fue el propio Franco que al volver del supermercado concibió esta útil idea.
Se contactó con el BAR (Banco de Alimentos Rosario) para que el destino de la mercadería fuese más organizado y que pueda lograr un alcance mayor. “Ellos estaban recibiendo donaciones de empresas. Cuando les conté la idea, les fascinó. Me respondieron que al tratarse de una iniciativa ciudadana, iba a hacer que muchísima gente se sume”.
Fue así que el BAR el día 3 de abril lanzaron el programa bajo el nombre #ContagiemosSolidaridad donde "Doná en el ascensor" ya forma parte de él.
En un principio los vecinos donaban artículos de todo tipo, pero hoy conociendo más la necesidad de quienes reciben estas provisiones se conoció que se estaba necesitando también artículos de limpieza, y se le sumaron frazadas y ropa de abrigo.
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